“Chris Coleman” ha abierto la Caja de Pandora poniendo al descubierto el tráfico de influencias de Marruecos en torno a la cuestión del Sáhara Occidental.

 La cuenta de twitter que lleva por nombre “Le Makhzen” (@chris_coleman24), palabra árabe que designa el régimen de la dinastía alauita, se ha convertido en el espacio virtual donde se difunde el material. Nadie sabe qué o quién está detrás de este seudónimo, pero lo que está claro es que sus revelaciones ponen de relieve las duras líneas de actuación de un Rabat que se muestra intransigente con gobiernos y organismos internacionales en torno al Sáhara.

Ignacio Cembrero ha recogido en El Mundo telegramas de ‘Coleman’ donde se demuestra que Marruecos y la ONU, respaldada por EEUU, viven una especie de ‘bronca permanente a causa del contencioso saharaui, destacando las amonestaciones que el embajador de Marruecos ante Naciones Unidas, Omar Hilale, hizo a Hervé Ladsous, secretario general adjunto para las Operaciones de Mantenimiento de Paz, en Nueva York, el 26 de abril.

Los informes también dan cuenta de un estado de ‘tensión’ entre Rabat y el enviado personal de Ban Ki-Moon, Christopher Ross, quien lleva esperando desde primavera que Rabat le reciba para hacer una visita oficial por el Magreb. “Ross ha demostrado su pronunciada hostilidad hacia Marruecos”, resalta el informe marroquí que marca la línea a seguir sobre el Sáhara hasta abril de 2015. “Sin enfrentarse abiertamente a él, se trata de desacreditarle”, se aconseja.

Marruecos también ha tratado de impedir que la jefa de los cascos azules en el Sáhara asuma sus funciones. La canadiense Kim Bolduc no ha podido tomar posesión de su cargo al frente de la MINURSO (contingente de la ONU en el Sáhara Occidental) ya que el gobierno marroquí ha vetado sus viajes al Sáhara, porque sospecha que tratará “de inmiscuirse en cuestiones de derechos humanos que no son de su incumbencia”. David Dunn, el embajador norteamericano ante la ONU, expresó el pasado 28 de agosto a su homólogo marroquí su preocupación por el veto marroquí a que la jefa de la MINURSO viaje al Sáhara, pero Rabat no cedió.

El gobierno marroquí no obstante cuenta con el apoyo de Francia y España: “en el Grupo de Amigos del Sáhara Occidental (EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido y España), la diplomacia española siempre parece dispuesta a echar una mano a Rabat”, decía Ignacio Cembrero al respecto. En abril del año pasado la embajadora de EEUU, Susan Rice, propuso ampliar el mandato de la MINURSO para que vigilase el respeto de los derechos humanos, pero “París y, en menor medida, Madrid, evitaron que prosperase esa iniciativa que disgustó a Rabat”.

Otra de las grandes revelaciones de Coleman en torno al contencioso saharaui se enmarca en el acuerdo secreto alcanzado en noviembre de 2013 en el Despacho Oval de la Casa Blanca, durante la visita del rey Mohamed VI a Barack Obama. El presidente norteamericano dio entonces abiertamente su respaldo al plan de autonomía previsto por Marruecos para el Sáhara, si bien en las condiciones secretas del pacto se encuentra la incumplida de “legalizar ONGs saharauis independentistas”. El pasado 27 de noviembre, ante la negativa de las autoridades marroquíes a llevar a cabo estas legalizaciones, organizaciones saharauis boicotearon el foro Mundial de Derechos Humanos de Marrakech. Además, otra de las condiciones secretas del pacto, “poner fin a los juicios de civiles [saharauis] por tribunales militares” se lleva a cabo de forma muy lenta, según la embajadora adjunta norteamericana ante la ONU, Rosemary Dicario, le hizo saber al gobierno.

Además de los documentos diplomáticos, hay también correos sobre sobornos del servicio secreto exterior, la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), a periodistas y think tanks para que defiendan la posición de Rabat sobre la cuestión del Sáhara Occidental en la prensa internacional. El jurista español Carlos Ruiz Miguel escribe en su blog “Desde el Atlántico” que Ahmed Charai, director de L’Observateur du Maroc, (semanario donde acaba de ser portada nuestro titular de interior, Jorge Fernández Díaz), reclutaba periodistas extranjeros para trabajar con la DGED en la difusión de noticias falsas en medios de comunicación, según las cuales el Frente Polisario establece contactos con el “terrorismo yihadista”. Richard Miniter y Joseph Braude son dos supuestos periodistas norteamericanos reclutados por Charai, mientras que el profesor Henri Louis Védie y el periodista Vincent Hervouet actuaban en la misma dirección desde Francia.

Para conseguir tener de su lado a la opinión pública africana se ha creado la “Agence de Presse Africaine” (APA) y Argelia Times, que pretenden convertirse en “referente informativo africano” para la cuestión del Sáhara. APA lanzó un portal llamado “Apanes”, que dio difusión a la propaganda de la DGED. Además, uno de los miembros del Consejo de Administración de esta “agencia” es presidente de un portal de noticias mauritano llamado “Sahara Medias”, que se dedica a atacar a Argelia y al Frente Polisario. A modo de ejemplo, en este sitio web puede llegar a leerse que uno de los terroristas islamistas que secuestraron a tres cooperantes españoles en Tinduf (Argelia) en octubre de 2011 era hijo del representante del Frente Polisario en Cantabria.

Por otro lado, y según la web Western Sahara Resource Watch, Marruecos estaría utilizando los recursos naturales del pueblo saharaui en su propio beneficio. Esta web cita un documento filtrado por Chris Coleman según el cual Marruecos estaría haciendo concesiones a empresas multinacionales rusas para lograr apoyos respecto al conflictivo asunto del Sáhara Occidental. Bajo el título “cómo optimizar la posición de Rusia”, se esboza su estrategia, y se basa en “renovar, enriquecer y diversificar su cooperación estratégica con Rusia, e implicarla en acciones en el terreno de la pesca, la prospección petrolífera, los fosfatos, la energía, etc.”. Con ello Rabat pretende “que Rusia garantice un congelamiento del expediente del Sáhara en el seno de la ONU”, lo cual podría dar tiempo a Marruecos para garantizar la marroquinidad del territorio.

Además de la red de influencias en torno a la cuestión del Sáhara, se han descubierto conexiones secretas del régimen marroquí con Israel. Los servicios secretos marroquíes no han negado o cuestionado los datos, y recientemente han abierto una investigación sobre la filtración. Mientras tanto, ‘Chris Coleman’ ha afirmado que dispone de más de 6 gigabytes de documentos, y que sus revelaciones continuarán haciéndose públicas en @chris_coleman24.

Cristina Casabón