“Hay otra forma de hacer Política europea. La asfixia económica que vivimos es consecuencia del modelo neoliberal que nos conduce a un callejón sin salida”

María Irigoyen Pérez es eurodiputada del Partido Socialista Obrero Español, partido que se encuentra dentro del Grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D). Licenciada en Ciencias Políticas y Máster en Gestión Públicas, también ha realizado estudios de Posgrado en el Instituto Universitario Europeo de Florencia. Puedes seguirla en su página web personal y en su twitter.

foto-1-212x300
Fuente: www.mariairigoyen.es

-¿Qué puede contarnos acerca de su_ background_? ¿Qué estudios tiene?

Mi background no solo se basa en muchos años de experiencia profesional en el ámbito político y de la función pública sino sobre todo en el aprendizaje del día a día y en la experiencia que se aprende de la relación con los demás y del intercambio de conocimiento.

_

Soy Licenciada en Ciencias Políticas y Master en Gestión Pública, además tengo estudios de periodismo y estudios de posgrado en Sociología Política en el Instituto Universitario Europeo de Florencia. Si algo he aprendido a lo largo de mi vida es que, en materia de formación, nunca se puede considerar suficiente lo aprendido._

-¿Qué motivaciones le hicieron dedicarse a la política? ¿Cómo llegó a convertirse en Europarlamentaria?

Mi vocación desde siempre ha sido y es el servicio público. Trabajar en la Administración Pública  significa facilitar la vida a la ciudadanía. Conocer de cerca sus problemas y ofrecer soluciones. Estuve desempeñando responsabilidades en la Administración municipal, Grupo Socialista del Ayuntamiento de Madrid y central, Ministerio de Asuntos Exteriores y Secretaría General de la Presidencia de Gobierno. La política internacional es mi especialidad y mi trabajo en los últimos años, y Europa es nuestra casa común. Así lo consideró mi partido y la ciudadanía me ofreció esa oportunidad.

En el Parlamento Europeo soy miembro de la Comisión de Desarrollo Regional y de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor. Además, soy miembro de la Delegación de la Comisión Parlamentaria Mixta UE-Chile y la Delegación en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana.

-¿Qué rol tiene el Parlamento Europeo en la toma de decisiones? ¿Tiene un papel más o menos importante desde el inicio de la crisis económica?

Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el Parlamento ha incrementando su poder legislativo, en más de 40 temas, situándose al mismo nivel que el Consejo en el proceso de toma de decisiones. En la actualidad, el Parlamento -la única institución elegida directamente por los ciudadanos- y el Consejo aprueban o modifican las propuestas de la Comisión. Este incremento de responsabilidades es un reto para el Parlamento Europeo que, aunque acumula una larga y sólida experiencia como colegislador, debe ejercer sus nuevas funciones de forma comprometida y acorde a las preocupaciones de los ciudadanos.

El Parlamento, y concretamente su Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, han participado activamente en el refuerzo de la Unión Económica y Monetaria que se ha llevado a cabo en los últimos años y en especial en el endurecimiento de la supervisión bancaria, el paquete de medidas para mantener en ciertos niveles de normalidad la deuda pública y el déficit de los Estados  y la adopción de más legislación sobre disciplina presupuestaria.

-¿Cuáles son los principios de su grupo parlamentario, S&D (Socialistas y Demócratas)? ¿Cómo entienden Europa? 

Los socialistas y demócratas somos el segundo Grupo en número de escaños. Los principios que compartimos es la defensa del Estado del Bienestar y el interés general. La igualdad, la solidaridad y la defensa de lo público, valores atacados por la derecha europea.

Somos realistas y sabemos de las dificultades. No obstante, hay otra forma de hacer Política europea. La asfixia económica que vivimos es consecuencia del modelo neoliberal que nos conduce a un callejón sin salida. De continuar por la misma dirección seremos más pobres y habrá muchas más personas que sufrirán la exclusión social.

Lamentablemente, falta ambición europea y voluntad para corregir y cambiar el rumbo. No sirve aplicar las mismas medidas  porque la realidad no es la misma. A España no le sirve la misma medicina que a Finlandia, ni a Polonia, ni tampoco a Francia. No tenemos la misma “enfermedad” aunque presentemos los mismos síntomas. Hay que hacer un tratamiento individualizado. Si el criterio de flexibilidad es defendido por el Consejo hay que cumplirlo. Dicho esto, corresponde a los Gobiernos del sur hacer valer su opinión con argumentos sólidos ante los Estados del centro y norte de Europa. Es necesario que el sur recupere su voz para impulsar el cambio. Austeridad sí, responsabilidad también, pero aplicar una política económica más expansiva que dinamicen el mercado y el empleo. Como así vienen haciendo Estados Unidos y Japón.

-¿Qué opinión le merece la manera de solucionar la crisis chipriota? ¿Puede sentar precedente a la hora de resolver otras futuribles crisis?

La crisis sufrida por los ciudadanos chipriotas ha significado un cambio significativo en la respuesta de la Troika. Han fallado la comunicación y las formas y se ha puesto de manifiesto que Europa necesita con urgencia una unión bancaria.

Si antes los depósitos de los ahorradores estaban garantizados, ahora se ha puesto en cuestión este principio. De momento se garantizan los depósitos de hasta 100.000 euros pero algo se empieza a mover. No sucedió lo mismo cuando otros bancos europeos tuvieron las mismas dificultades, las autoridades holandesas y alemanas acudieron en su ayuda. A partir de ahora, los ahorradores van a contribuir a rescatar a las entidades, lo que es lamentable.

-El Consejo Europeo ha propuesto una revisión a la baja del nuevo presupuesto comunitario (2014-2020). ¿Cuál es el posicionamiento de su grupo parlamentario al respecto?

 El Parlamento viene ofreciendo su contribución con iniciativas para salir más rápido de la crisis. Necesitamos mayor presupuesto comunitario para atender los muchos retos y necesidades que tenemos a corto y a medio plazo. Hemos aprobado un incremento del 5% del presupuesto para invertir en cohesión, empleo, educación, investigación y desarrollo. Además, y ante la delación que sufren algunos de la Estados Miembros, hemos propuesto soluciones para que los Estados Miembros rebajen su aportación al presupuesto comunitario, como la aprobación del Impuesto sobre Transacciones Financieras entre los Estados de la UE y la puesta en marcha los Eurobonos, que ayudarían a financiar los proyectos de infraestructuras.

-Si tuviera que hacer un balance del funcionamiento de la UE, ¿qué considera que funciona mejor? ¿Y peor?

La Unión hay que reforzarla. Tener la misma moneda fue el primer paso pero hay que continuar con la construcción de la Unión política, fiscal y bancaria. El euro nos ha dado fortaleza. Pero hay que seguir adelante. Necesitamos voluntad para avanzar y además de creer en Europa hay que querer pertenecer a ella. Sentirte europeo. Y algunos políticos quieren romper con la Unión. Su fracaso (del euro) sería nuestra perdición y desaparición como potencia quedando al albur de los especuladores. Europa representa democracia, derechos humanos, sociales y seguridad jurídica. Es decir, dignidad ciudadana. Los conservadores sólo piensan en números, defienden el mercado. Es decir, ven a los ciudadanos como consumidores potenciales pero recortando sus derechos. No son capaces de buscar el equilibrio. Porque reforzando derechos, reforzamos el mercado. Ganamos en competitividad y seguridad. Sólo así saldremos reforzados de la crisis.

-¿En qué deberían hacer autocrítica los socialdemócratas europeos? ¿Volverán a ser una alternativa de poder en Europa a corto plazo?

No hemos sabido anticiparnos y prever la crisis. No es excusa que los organismos internacionales tampoco lo hicieran. Ni corregir a tiempo las graves desigualdades existentes. Ni siquiera aprovechando los tiempos de bonanza. Tenemos que superar las profundas diferencias que existen. Vemos que cada día que pasa la ciudadanía europea se va depauperando por las políticas de extrema austeridad de los gobiernos conservadores. Los socialistas españoles hemos presentado un Plan de Reactivación de la Economía y de la creación de empleo. Es un propuesta que debería ser tomada en cuenta por el Gobierno. Además, tenemos excelentes profesionales que no han sido suficientemente reconocidos para ganar en innovación y en desarrollo. Tampoco nuestros empresarios. No han ejercido la responsabilidad social corporativa. Siguen defendiendo un sistema que abusa de los privilegios con abultadas nóminas y elevados beneficios. También cuando se jubilan con millonarios Plan de Pensiones. Estamos necesitados de más equilibrio y del sentido común para poner fin a la injusticia. Es decir, que el peso de la crisis no recaiga solo sobre las rentas del trabajo. En el Parlamento hemos aprobado reducir los elevados bonos para empresarios. Hay que actuar con mayor responsabilidad, poniendo fin a la corrupción estructural del sistema. Sólo así podremos recuperar la confianza de la ciudadanía.

-¿Le preocupa la desafección ciudadana por el proyecto europeo? ¿Cómo se puede luchar contra la misma? 

Me preocupa mucho la desafección ciudadana. Cada vez que a lo largo de nuestra historia hemos vivido situaciones como la actual sucede que aparecen salvadores que nos llevan al desastre. No aprendemos nunca, siempre repetimos los mismos errores y aunque nos avisen seguimos empecinados en pensar que no nos va a pasar. Tenemos ejemplos muy preocupantes en Grecia y en el Reino Unido, con la irrupción en la política de grupos extremistas con actuaciones que entran en la categoría de fascistas y que vienen a romper la convivencia y a paz social. También hay movimientos como el de Italia que provocan la paralización de la política e imponen a políticos a los que dicen denunciar pero que favorecen su resurgimiento (caso de Berlusconi).

Es urgente promover una mayor difusión del papel de las políticas europeas y perseguir una mayor participación ciudadana en las próximas elecciones de 2014.

-¿Cómo ve la UE de aquí a 1 año? ¿Y de aquí a 5?

Trabajo y trabajaré para recuperar, además de honrar, la memoria de los fundadores. Creo en Europa desde siempre, es lo mejor que nos ha pasado a los españoles y a los europeos. Hemos vivido con tranquilidad y cierta comodidad y ahora que vienen mal dadas hay que ejercer la solidaridad comunitaria. Hay que repartir las cargas mutualizando las deudas. Si algunos se han beneficiado desde su posición de privilegio corresponde ahora echar una mano a aquellos de los que han obtenido pingues beneficios. Duele ver que algunos inversores vienen a nuestro país a quedarse con buenas empresas a precio de saldo. Todo como consecuencia de cerrar los préstamos a las pymes. Así vamos en la mala dirección. Si los bancos fueron ayudados hay que instarles a que concedan préstamos. A ellos se les ha concedido a un interés testimonial cercano al 1% a pesar de sus erráticas políticas de inversión. Estos, además de rectificar y corregir abusos deben devolver el dinero a quienes han engañado. Me refiero a muchos ahorradores que compraron preferentes y también a ciudadanos que han perdido y pueden perder su casa como consecuencia de elevados intereses que han sido denominados como abusivos por el Tribunal de Justicia Europeo. Pues bien, si recuperamos la credibilidad y la confianza en Europa, ésta saldrá reforzada y estaremos mejor que cuando entramos.

Muchas gracias. Ha sido un placer.