Aún hoy somos muchos los que recordamos el video con el que la Comisión Europea buscaba fomentar la necesaria integración entre los actuales miembros, así como la necesidad de continuar con las próximas ampliaciones que seguirán por Croacia y de la que se cae Islandia.

Captura del citado video

Sin embargo, este vídeo fue retirado por supuesto racismo hace algo más de un año. Stefano Sannino, director general de ampliaciones, declaró en una nota que retiraba inmediatamente el vídeo por el rechazo percibido, pidiendo disculpas a todo el que se hubiera sentido ofendido.

En el vídeo en cuestión, que emula la estética del “Kill Bill” de Tarantino, aparece una mujer joven y blanca que representa a la Unión Europea. De repente, tres hombres con actitud amenazante la van rodeando mientras muestran su dominio en diferentes artes marciales: kung fu, kalaripayattu y capoeira. Al final, todos se sientan y dialogan con la mujer, que se multiplica por doce, el número de las estrellas que forman la bandera europea. De esta manera describe Bruselas el contenido de un vídeo que, sin embargo, despertó las críticas de algunos espectadores. Según dijeron, representar la amenaza a través de tres hombres de rasgos asiáticos y africanos, en contraposición a una mujer blanca que conserva la calma, enviaba un mensaje racista a los telespectadores.

Estas críticas, desde mi punto de vista, veían demasiados fantasmas en un vídeo en el que cualquiera que esté básicamente informado percibirá un mensaje claro y directo, el verdadero mensaje que la Comisión quiso transmitir: los diferentes Estados europeos se encuentra cercados por varias potencias emergentes, en concreto el vídeo alude a China, India y Brasil. Si intentamos acercarnos a ellos de forma individual, ya sea mediante nuestros presidentes o ministros, o a través de la diplomacia, lo único que vamos a obtener son dificultades, cuando no hostilidad.

Para que estas potencias acepten sentarse a hablar con nosotros es necesario que vayamos todos unidos, y como dice el vídeo, cuantos más mejor, para así ser tratados de igual a igual. Es por ello que consideré y considero totalmente improcedente la retirada del citado vídeo promocional. Lo que más necesita la Unión Europea actualmente es una buena campaña de comunicación, donde los ciudadanos reciban mensajes claros acerca de qué nos estamos jugando.

Numerosos medios de comunicación internacionales, en especial estadounidenses, se empeñan en mostrar a la UE como una región global en decadencia, empobrecida, de gente que sólo vive de las ayudas estatales, llena de burócratas inservibles y donde ni se innova ni se avanza en casi nada. Desde muchas universidades al otro lado del Atlántico diversas voces se mofan, en clases, seminarios y conferencias, de la UE y del euro. Cualquier debate donde se propongan avances en la construcción comunitaria o nuevas adhesiones, ya sea a la Unión, ya sea a la moneda única, provoca automáticas descalificaciones y la repetitiva cantinela de que “nadie más quiere unirse a la UE”.

Sin embargo, aún con la que está cayendo, seguimos teniendo un peso muy importante en la economía mundial. Ni la espectacular crisis de deuda soberana ni la lentitud de las instituciones comunitarias en la toma de decisiones rápidas y efectivas nos han desbancado de esa posición. Contamos además con la sociedad más pacífica del planeta, con una tasa de criminalidad baja en comparación a otras regiones del globo. Los productos “made in the UE” siguen gozando de altísima popularidad y la etiqueta “CE” es sinónimo de calidad y confianza. Y nuestra moneda, tan mediáticamente desprestigiada en algunos foros, y que numerosos analistas se apresuraban a declarar muerta, no ha dejado ni un solo día en su historia de cotizar por encima del todopoderoso dólar. De hecho, hoy en día, cuando Grecia se hunde sin remedio y numerosas economías de la UE siguen estancadas, un euro vale aproximadamente 1,29 dólares.

Por eso es ahora más necesaria que nunca una buena campaña de comunicación, tanto hacia la ciudadanía europea como hacia el exterior, que nos cohesione ante un mundo que ha cambiado, donde países que doblan nuestra población (como la India) o que casi la triplican (como China) no piensan perder el tiempo escuchando a un diplomático portugués o, ni tan siquiera, a uno británico. El número dos de Downing Street, Nick Clegg, ya lo advirtió hace un par de años, cuando comentó la anécdota de que los chinos no le hacían caso cuando se presentaba como británico. En cambio, le escucharon atentamente en representación de las instituciones europeas ante Beijing durante las negociaciones de adhesión de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC).

De esta forma, el anuncio debería volver a emitirse en televisiones y cines de toda la Unión, siendo el primero de una nueva oleada que reajuste la imagen que se tiene de la UE a lo que es en realidad: una región líder y con incontables posibilidades de progreso. Eso sí, mientras nos mantengamos unidos y solidarios. Como bien acaba el vídeo: “the more we are, the stronger we are”.

Enric-Sol Brines Gómez